Botox y neurología
Tratamiento eficaz para tus molestias.
¿Sabía que…?
La toxina botulínica se ha utilizado con éxito durante décadas en el tratamiento de diversas afecciones neurológicas y musculares.
Actúa donde los medicamentos tradicionales a menudo no llegan: de forma local, dirigida y eficaz.
Indicaciones neurológicas:
- Espasticidad: tras un ictus o en enfermedades como la esclerosis múltiple – el Botox ayuda a relajar los músculos hiperactivos, mejora la movilidad y facilita el cuidado diario.
- Distonía: en casos como la distonía cervical, blefaroespasmo (parpadeo involuntario) o calambre del escritor – el Botox reduce las contracciones musculares incontroladas y mejora la calidad de vida.
- Migraña crónica: cuando otros tratamientos no funcionan – el Botox puede reducir significativamente los días de migraña.
- Hiperhidrosis (sudoración excesiva): el Botox ofrece un alivio duradero cuando el sudor excesivo se convierte en una carga.
- Bruxismo (rechinar de dientes): relaja los músculos de la mandíbula – el Botox puede aliviar el dolor y prevenir daños dentales.
Beneficios de la terapia con toxina botulínica:
- Actúa con precisión justo donde se necesita
- Efecto local – sin efectos secundarios sistémicos
- Compatible con otros tratamientos
- Buena tolerancia, incluso a largo plazo
¿Cuánto dura el efecto?
Normalmente de 3 a 4 meses – luego puede repetirse el tratamiento sin problema.
¿El seguro médico cubre el tratamiento?
Sí, si hay una indicación médica.
El Botox es mucho más que una tendencia estética — puede mejorar tu calidad de vida.
Hable con nosotros – estaremos encantados de asesorarle personalmente.
